ATALA: La madre que pinta graffiti por su hijo SIC
ATALA: La madre que pinta graffiti por su hijo SIC
El 1 de marzo de 2019 el grafitero mexicano Jesús Haxel Rodríguez, de 18 años, murió de un infarto. Tras su muerte, Atala, su madre, entró en su cuarto y se encontró un universo de botes, bocetos, pintura, rotuladores, pegatinas, incluso su última pieza, todo estaba relacionado con el graffiti.
Desde entonces, Atala Rodríguez, su madre, tomó los sprays y los rodillos y salió a pintar bajo el nombre de SIC, el mismo tag elegido por su hijo, para no dejar que su nombre se olvide.
Los inicios de SIC.
Comenzamos hablando un poco de Jesús Haxel Rodríguez, más conocido como SIC en el mundo del graffiti. Su primera afición fue el skate, patinando por las calles de San Agustín y Chimalhuacán, pero tras lesionarse, dejó de patinar y comenzó con el graffiti.
De forma autodidacta y con la ayuda de unos amigos, se inició en el graffiti, algo que no dejó hasta su fallecimiento.
Primero se inició con el tag de JS, en clara alusión a su nombre, Jesús, pero rápidamente cambió a algo que le identificaba aún más, porque era parte del mundo que veía.
Nacía el SIC, Sistema Igual a Corrupción.
SIC como podemos ver en su Instagram, que les dejo en la descripción, entró en el graffiti con fuerza y no paraba de pintar. Lo hacía en las calles, muros, camiones, pero todo cambió cuando hizo su primera misión para pintar trenes.
Los trenes le permitieron vivir el graffiti más intensamente y fueron numerosas las piezas que dejó pintadas.
Con un estilo habitual de Bubble letters, las 3 letras de SIC comenzaban a aparecer en numerosos lugares e incluso los trenes a circular con su tag. También dio sus pinitos con las pegatinas, por los que podíamos ver al SIC en más lugares.
La trágica muerte de SIC.
En diciembre de 2018, pocos meses antes de fallecer el SIC nos dejaba esta publicación en su Instagram:
El amor que siento al hacer graffiti no se compara con ningún otro. He vivido situaciones en las que me pongo a pensar porque lo sigo haciendo y he encontrado la respuesta porque me gusta y lo amo, jamás dejare de hacerlo.SIC
Sin embargo, todo eso se truncó el 1 de marzo del 2019 cuando al salir de una fiesta recibió una fuerte paliza que lo dejó hospitalizado por dos semanas, hasta que falleció.
En su entierro, numerosas personas de su crew, el XZW, firmaron su ataúd, lo que también permitió dar el contexto de la importancia del graffiti para Haxel.
Para su madre, como podemos imaginar, fue una pérdida terrible, pero ahí mismo recibió el consuelo de alguno de sus amigos que la animaron a continuar con la labor de su hijo.
Atala toma el relevo de SIC.
Ella sintió que él dejó un legado y decidió, a los 2-3 días, salir a pintar en homenaje al SIC, en homenaje a su hijo. Dijo: yo, voy a salir a pintar por ti.
Sin saber nada de graffiti, ni de pintura, ni de manejar un spray, se la lanzó a la aventura.
Atala entró rápidamente en el graffiti, gracias a los XZW la crew de su hijo y a los contactos que fue haciendo poco a poco. De esa forma se inició primero con el spray, pero ahora combina tanto spray, como rodillo, brocha e incluso pegatinas que pone por diferentes puntos de la ciudad de México para seguir visibilizando al SIC.
Atala pinta en la calle como una escritora de graffiti más, teniendo una evolución importante tras varios años dedicada al graffiti.
Una de las cosas que más le gusta es pintar trenes, porque consigue tanto reflejar el nombre de su hijo con su tag del SIC, como hacerlo en el sitio donde más le gustaba hacerlo a él.
SIC cuando pintaba ponía ATA en sus piezas, en clara alusión a su madre, algo que ella nunca olvida y se lo devuelve poniendo Haxel o SIC, te amo y usando su tag de SIC.
Atala pinta el tag de su hijo, SIC, ese sistema igual a corrupción, pero dejando en sus piezas Haxel, el nombre de su hijo, y también otras referencias en su honor, con frases como “Cómo la ves, perro”.
Atala mantiene el legado de SIC.
Además, ella tiene tatuado el tag de SIC en su cuello para tenerlo siempre presente.
Eso también le permite “hacer justicia” como ella mismo lo define en el sentido de poder seguir visibilizando la muerte de su hijo, con la exposición en medios, redes sociales, etc. e intentar un día encontrar al que mandó a su hijo al hospital.
Pese a que tiene 50 años, ella dice que no va a descansar en su labor de pintar, de seguir poniendo el SIC en tantos lugares como pueda. De seguir con su legado.
Os recomiendo seguir el Instagram de Atala, donde sube mucho contenido y usa el hashtag #SICFOREVER.
Hasta aquí este pequeño y humilde homenaje a SIC, con el reconocimiento a Atala y su incansable labor por el legado de su hijo y por buscar al culpable.